4 consejos para adoptar una técnica de élite

La habilidad que un nadador puede desarrollar para nadar fluidamente en el agua es un rasgo que se obtiene a través de muchos años de sigilosa práctica. Ver nadar de cerca a cualquiera de los mejores nadadores del mundo es algo asombroso. En 2017 tuve la oportunidad de conocer al doble medallista de oro olímpico, Anthony Ervin. Al verlo desplazarse en el agua con tanta fluidez, quedé sorprendido del poco esfuerzo que él tenía que hacer para mover toda su anatomía a través de la piscina.

Anthony no es un caso aislado. Al igual que otros de sus más cercanos competidores, Ervin empezó a pulir su técnica desde muy temprana edad, sin embargo, no fue hasta que llegó a la Universidad de California Berkley que las mejoras técnicas dieron un salto cuántico. Ervin es uno de esos casos que son muy poco comunes en el deporte élite mundial. Fue medallista de oro, junto a Gary Hall Jr., en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 y de nuevo en 2016, con 36 años de edad, cuando las olimpíadas se celebraron en la ciudad Carioca de Rio de Janeiro. Esta hazaña lo convirtió en el nadador de mayor edad en colgarse una presea dorada en unos Juegos Olímpicos.

El observar a Anthony nadar en ese entonces, disparó mi curiosidad, lo que alimentó un enorme propósito de llegar hasta el fondo de lo que hacía que nadadores como él fueran tan exitosos. Esa búsqueda del “factor X” me llevaba siempre a las mismas conclusiones. No importó cuántas veces revisara los métodos de entrenamiento que empleaban los entrenadores que preparaban a atletas como Ervin, siempre, los estudios que estaba haciendo me dirigían por el mismo camino; uno que desembocaba en la técnica.

Verás, si te pones a observar con detenimiento cómo nadan atletas como Ervin y comparas su técnica con otros nadadores con habilidades menos desarrolladas, encontrarás que la proficiencia técnica de los mejores nadadores es mucho más elevada que sus homólogos menos experimentados. En este sentido, siempre debemos entender que lograr niveles técnicos como los que ha alcanzado Anthony constituye una labor monumental, por lo que es solo después de muchos años de incansable trabajo que se pueden lograr los niveles de destreza que nadadores como él han alcanzado.

Sin embargo, esto no quiere decir que no puedas lograr mejoras sustanciales en tus habilidades técnicas. Si tomas como modelo la técnica de algún buen nadador, podrás tener acceso a información de primer nivel para dar inicio a un experimento que, estoy seguro, te llevará al desarrollo de nuevas habilidades dentro de la piscina. Para eso tendrás que enfocarte en 4 áreas principales que te transformarán en el recipiente de un aumentado nivel técnico. Para ayudarte a lograr este objetivo, te ofrezco estos 4 consejos para adoptar una técnica de élite.

4 consejos para adoptar una técnica de élite

1. Trabaja dentro de tu rango de movimiento

Es más que seguro que no tengas el rango de movimiento que tienen los nadadores de la élite mundial, especialmente si no llevas mucho tiempo practicando la natación o sobrepasas los 30 años de edad. Estos aspectos no deberían preocuparte. Mi sugerencia es que trabajes dentro de tus límites. Aunque gozar con la habilidad de lograr propulsión desde mayores rangos de movimiento representa una ayuda enorme para lograr un alto nivel de efectividad en la natación, no es un factor determinante de tu éxito en este deporte.

aunque no tengas la flexibilidad articular ideal, no hay duda de que puedes desempeñarte bastante bien si enfocas tu preparación en realizar tus entrenamientos con la mejor técnica posible. Con el objetivo de mejorar sus niveles de flexibilidad y ganar más fuerza, muchos nadadores élite han incorporado clases de yoga y pilates a sus regímenes de entrenamiento. Tú también tienes acceso a esos programas. Si quieres alcanzar mejores rangos de movimiento, considera incorporar estos aspectos o, mejor, diseña tu propio plan de estiramientos para dominar movimientos específicos que te arrojarán mejores resultados en la piscina.

2. Concéntrate en los movimientos más sencillos

Algunos aspectos de los estilos representarán retos más complejos que otros. Trabajar en la realización de pequeños ajustes mecánicos en tu técnica, puede que constituya una labor agotadora durante las primeras semanas en las que los estás incorporando, sin embargo, a cabo de unas 6 a 8 semanas, estos cambios se habrán arraigado en tu cerebro, convirtiéndose en nuevos hábitos.

Sin embargo, el reto es muchísimo mayor, mientras más complejos sean los cambios que estás intentando. La construcción de estos nuevos hábitos va a requerir de la inversión cuantiosa de tiempo y esfuerzo. No te dejes intimidar por esto. Tu persistencia dará grandes frutos a mediano y largo plazo. Trata de mitigar la frustración que podría acompañar tus esfuerzos. Recurre a la ayuda de tus compañeros y tu entrenador. Más temprano que tarde, tu resiliencia se verá recompensada.

3. Consigue una buena base de acondicionamiento

El aspecto “acondicionamiento” es uno de los factores clásicos del entrenamiento en nuestro deporte. Sin esa “base” será prácticamente imposible alcanzar un nivel aceptable de eficiencia. Cada persona que practica la natación se encuentra en una etapa diferente de su carrera, así como en un estado de salud particular. Si eres un nadador que está volviendo a retomar el deporte después de meses o años de inactividad, es de vital importancia que dediques unas 12 a 15 semanas a acondicionar tu organismo y a mejorar la condición de tus sistemas cardiovascular y músculo esquelético.

Mientras más avanzado en edad te encuentres, más extenso será el tiempo que deberás dedicar a esto. Si tomamos en cuenta que perdemos a alrededor de 1% de nuestro máximo consumo de oxígeno (VO2max) por cada año de vida después de los 25 años, es fácil determinar que la edad es un factor trascendental en el logro de unas excelentes condiciones físicas. En mi caso, he descubierto que, después de 4 semanas de inactividad, me cuesta unas 12 semanas retornar a condiciones físicas similares a las que me encontraba antes de cesar.

4. Construye un sólido estado mental y un alto nivel de compromiso

El logro exitoso de los cambios técnicos que estarás persiguiendo va a depender del compromiso que tengas para enfrentar las etapas que vas a atravesar. El enfoque que vas a tener que emplear diariamente te llevará a un nivel de agotamiento mental que podría bordear en la frustración. Por esta razón, el dominio de ciertos cambios técnicos es una labor con cargas físicas y mentales de igual envergadura. Cuando un nadador élite se encuentra con una oportunidad de mejorar su técnica y, por lo tanto, sus marcas, se embarca en la persecución de la perfección para que este cambio sea permanente y se convierta en algo automático.

Una de las grandes virtudes de los mejores del mundo es que, una vez identifican esta oportunidad, rara vez necesitan de su entrenador para lograr esas mejoras. Estos deportistas son persistentes, en especial durante las etapas iniciales, en las que podrían incurrir en movimientos que los hacen sentir extraños en el agua. Hacen esto porque saben que lograrán resultados extraordinarios más adelante. Si quieres alcanzar resultados de la misma magnitud, tendrás que transformar tu mente para que sea tu aliada, para que así te ayude a disparar tu nivel de confianza. Al final, en la natación, la confianza es todo.

Conclusión

Aunque mucho se ha escrito sobre la importancia de la técnica y sabemos que la gran diferencia entre los mejores nadadores del mundo y otros practicantes de menor nivel es su nivel técnico, perfeccionar los aspectos más intrínsecos de nuestro deporte no es algo reservado para los medallistas olímpicos y campeones mundiales. Como todo en la vida, si queremos alcanzar resultados extraordinarios, debemos actuar extraordinariamente. Si quieres seguir obteniendo los mismos resultados que, hasta ahora, has conseguido, sigue entrenando igual. Sin embargo, si tienes objetivos claros y pretendes exceder toda expectativa, estudia los puntos que te he presentado aquí, hazlo tuyos y rompe barreras.


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6 consejos para el manejo de crisis

Marzo 2020, el mundo está atravesando por la peor crisis de salud que ha conocido en los últimos 100 años. El virus COVID-19 que surgió en China durante el transcurso del mes de diciembre del 2019, se ha propagado por todo el mundo, llevando a ciudades enteras a cumplir con una cuarentena obligatoria para frenar su avance en todos los continentes de nuestro planeta. Miles de seres humanos han visto su vida cambiar en un abrir y cerrar se ojos. Mientras tanto, en nuestros centros de entrenamiento, academias de natación y clubes deportivos, tuvimos que actuar rápido para proteger a nuestros atletas de un posible contagio.

Una de las lecciones más valiosas que recuerdo haber aprendido durante mis estudios de maestría en negocios a principios de este siglo, fue sobre el manejo de crisis. En esa época, acababan de transcurrir los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 y la economía norteamericana estaba atravesando por una época de oro, la cual había iniciado a mediados de los años 90. Sin embargo, nada podría haber preparado a la mayor potencia mundial para lo que acontecería en 2001 a raíz de los atentados terroristas que destruyeron las torres gemelas del World Trade Center, dañaron significativamente la estructura exterior del Pentágono y pusieron en jaque a todo el mundo por la suspensión de los vuelos comerciales en todo el planeta.

Recuerdo que, entre lo aprendido, el maestro conversaba sobre la importancia de comunicar efectivamente y de manera veraz a todos los afectados por la crisis. En esta que estamos viviendo en 2020, he visto faltas series de criterio, además de una gran falta de responsabilidad de gobiernos locales y nacionales, en el manejo de la información respectiva al coronavirus. Podríamos entablar un debate interminable sobre el buen o mal manejo de la crisis actual, pero nos saldríamos del tema que de verdad quiero cubrir en este artículo.

Tomando mi experiencia profesional en otros rubros y observando los acontecimientos recientes, he compuesto una lista de 6 consejos para el manejo de crisis que podemos utilizar para atacar cualquier evento de gran magnitud en nuestros centros de entrenamiento.

6 consejos para el manejo de crisis

Tal vez las crisis que nos toque manejar no lleguen a ser como la del coronavirus que nos afecta en la primavera del 2020, sin embargo, en el pasado reciente he leído y escuchado sobre serios problemas en muchas comunidades deportivas; problemas como:

  • Acusaciones sobre acoso sexual.
  • Malversación de fondos por parte de directivos.
  • Accidentes e incidentes entre compañeros de equipo.
  • Falta de ética por parte de entrenadores y jueces.
  • Peleas entre padres y entrenadores.
  • Batallas con los centros deportivos por espacio y horarios asignados.

Por otro lado, en ocasiones también podemos encontrarnos con el surgimiento de crisis menores que, al no manejarse prontamente, podrían tornarse en grandes dolores de cabeza. Por ejemplo, no disciplinar a uno de los mejores nadadores del equipo para no afectar los resultados en un campeonato importante, así como no lidiar a tiempo con el mal comportamiento de un entrenador. Mayor o menor, existen pasos concretos que podemos seguir para el manejo efectivo de las crisis.

1. Planea con tiempo

Existe un dicho que dice: “si fallas en planear, estás planeando fallar.” Cuántas situaciones en tu vida no habrán tenido un resultado diferente si hubieras dedicado un poco de tiempo a planificarlas mejor. En este sentido, hay algunos ejercicios que puedes tomar en cuenta para mejorar en este aspecto, como, por ejemplo: toma algunos de los problemas listados más arriba y establece un diálogo con otras personas sobre cómo manejarían el caso. Es probable que encuentres que no cuentas con un sólido plan de comunicación de crisis. Este tipo de planes debe incluir:

  • ¿Qué vas a decir?
  • ¿Quién debería decirlo?
  • ¿Qué acciones se están tomando como prevención?
  • ¿Cuáles medidas de seguimiento se deben tomar?

Con frecuencia nos distraemos en nuestras rutinas diarias, dejando de lado algunos aspectos preparativos que pudieran ayudarnos a manejar las crisis correctamente. Tómate el tiempo para planear, para que cuando te toque enfrentar alguna crisis, sepas cómo la vas a manejar. Desafortunadamente, la mayoría de los planes no sobrepasan la primera batalla. Sin embargo, contar con un plan es mejor que no tener ninguno.

2. Documenta la respuesta planeada

A partir del ejercicio anterior, documenta tu respuesta planeada para cada evento en la simulación. Crea categorías para cada situación, de esta manera desarrollando un plan de comunicaciؚón con varios escenarios. Identifica enunciados que puedan ser actualizados con rapidez, y compartidos con las personas responsables y con la prensa, si fuese necesario. Todas las crisis tienen un comienzo y un final. Durante el comienzo de una crisis, o sea, el momento en que se hacen públicos los primeros hechos, recomiendo tener a mano una comunicación concisa de la posición del centro o equipo, la cual expresa el conocimiento de la situación y detalla los primeros pasos de acción. Por último, asegúrate de que los documentos estén hospedados en la nube para fácil acceso de las personas responsables.

3. Mantente conectado

Una crisis como alguna de las que mencioné más arriba nos puede tomar por sorpresa, por lo que sucede cuando no nos encontramos en un mismo espacio. Como en el caso de la Ley de Murphy, estas suceden en el peor momento. Asegúrate tener una lista actualizada de los correos electrónicos, teléfonos celulares y cuentas de Whatsapp de todas las personas con jerarquía para manejar estos episodios. Así como en el caso anterior, guarda esta información en la nube, en un servicio de fácil acceso (Google Drive, One Drive, Dropbox).

4. Habla con una sola voz

Durante el manejo de una crisis, es de vital importancia que el equipo u organización hable con una sola voz. Esto quiere decir que todos los comunicados, enunciados, entrevistas y publicaciones deben emanar de una sola persona. El vocero debe siempre recibir información de otros responsables, pero cuando toque dar declaraciones, verbales o escritas, estas deben ser manejadas por la persona de mayor jerarquía dentro del equipo. Si esta persona no está disponible o se encuentra plenamente activo en el manejo de la crisis, entonces la responsabilidad de vocero debe pasar a la segunda persona con más rango.

La mayoría de los equipos de natación latinoamericanos no cuentan con el lujo de tener una persona encargada de las relaciones públicas, así que el presidente o director del equipo debe asumir las responsabilidades de vocero. Todo esto debe planificarse por adelantado para evitar confusión entre los miembros del equipo. Es posible que los directivos se encuentren lidiando con altos niveles de estrés, por lo que contar con un libreto bien redactado puede ayudar a manejar correctamente los informes correspondientes.

5. No evadas la crisis

No hay peor decisión que intentar evadir una crisis. Una vez la crisis haya sido identificada, el equipo de respuesta debe responder profesionalmente, dando la cara, nunca evadiendo el tema. Tratar de desviar la atención hacia otros temas del equipo solo hará que a largo plazo las cosas empeoren. Se debe proceder de manera controlada, enfocando la atención en el mensaje que se está intentando comunicar. Recuerda que este tipo de crisis tiene un inicio, punto medio y un final. Emite comunicados y respuestas pertinentes con cada una de estas etapas y nunca dejes que alguien que no está autorizado a dar informaciones lo haga. Todos los mensajes y comunicados deben proceder de la alta dirección del equipo.

6. Revisa tus puntos de acción una vez los hayas tomado

En las operaciones militares siempre existe un proceso de evaluación que se lleva a cabo después de cada acción, para determinar las acciones correctas y las incorrectas. Como producto de este proceso, se emite un informe que resalta los puntos a mejorar para el desarrollo de operaciones futuras. En el caso de los equipos de natación, este tipo de ejercicios deben de realizarse, como mínimo, después de haber finalizado la temporada de competencias.

En la ocurrencia de una crisis, un plan de este tipo es ideal para repasar las acciones tomadas y documentar los resultados de esas acciones. Debes hacer notaciones sobre lo acontecido, además de resaltar las lecciones aprendidas. Toma cada crisis o incidente como una oportunidad de aprendizaje para lograr mejoras en la manera cómo respondes a crisis futuras, cómo mejorar las operaciones el equipo y para fortalecer todos los procesos intrínsecos de la administración del equipo de natación.

Conclusión

El mundo puede que no vuelva a ser el mismo después que pase la pandemia que nos afecta durante la primavera del 2020. Si esta crisis se hubiera originado en tu equipo o instalación, ¿cómo la hubieras manejado? Estos 6 pasos que has aprendido en este artículo podrían contribuir a un mejor manejo de las crisis que pudieras enfrentar en el futuro, y no solo crisis sanitarias. El principal objetivo de estos controles es el de salvaguardar la seguridad y la salud de los deportistas que componen nuestros equipos de natación. Recuerda que “la mejor defensiva es una buena ofensiva.”


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3 graves errores que cometemos los entrenadores de natación

No tuve muchos entrenadores durante mi trayecto por la natación infantil, juvenil y élite. Durante la gran parte de una década tuve una sola entrenadora, la cual me enseñó que a través del entrenamiento incansable es que se logran los grandes objetivos. Estas lecciones quedaron conmigo cuando pasé a manos de dos grandes entrenadores estadounidenses; Steve Eckelcamp y Scott Barlow. Su influencia como técnicos y como hombres ha permanecido conmigo, ahora que he tenido la oportunidad de formar a otros atletas en el deporte de la natación.

Es muy fácil para personas ajenas a las responsabilidades de un entrenador, dar opiniones sobre cómo el técnico debe hacer su labor o cómo debe manejar a sus nadadores. Lo que muchas personas no se dan cuenta es que las variables con las que debe lidiar un entrenador moderno son numerosas y con gran diferencia entre ellas. Cuando antes los entrenadores podían centrarse más en elaborar su planes de preparación, el entrenador actual debe ser un profesional más holístico, aprendiendo a manejar áreas como la preparación física, psicología deportiva y hasta la nutrición de sus atletas.

En este sentido, muchos de mis colegas han tenido la dicha de aprender grandes lecciones de algunos mentores que han alcanzado grandes resultados en su carrera como preparadores de nadadores a todos los niveles. Algunas de esas lecciones son universales, mientras otras pueden que necesiten renovación con el pasar de los años. Aunque esto último es, hasta cierto punto inevitable, muchos de los grandes entrenadores de la historia nos enseñan que hay aspectos que debemos siempre mantener dentro de las culturas deportivas de forjamos, mientras debemos evitar que otros nunca se filtren hacia adentro de nuestras comunidades.

Habiendo dicho aquello, en muchos equipos de natación sigue existiendo un ambiente en el que el entrenador es quien manda sobre todos los aspectos del equipo de lidera, lo que comúnmente lleva a la ocurrencia de cuestionables comportamientos y prácticas no recomendables. Hay muchas prácticas que los entrenadores debemos ir dejando atrás, sin embargo, hay algunas que debemos abolir por completo de nuestro libreto como formadores de nadadores. Estos son los 3 graves errores que cometemos los entrenadores de natación.

3 graves errores que cometemos los entrenadores de natación

1. Tener nadadores favoritos en nuestros equipos de natación

Los entrenadores que una vez fuimos atletas sabemos lo bien que se siente cuando un entrenador nos complementa por el trabajo que realizamos. Aunque esto sigue siendo una herramienta de alto valor para los entrenadores actuales, debemos tener mucho cuidado cómo la utilizamos para evitar entrar en una actitud en la que solamente estemos dirigiéndonos a unos pocos atletas del equipo al cual entrenamos.

Soy de los que pienso que la mayoría de los entrenadores son profesionales bien intencionados, motivados a enseñar a sus atletas a disfrutar del deporte y a mostrar a todos sus pupilos sus métodos con el mismo énfasis. En un mundo perfecto, todos los atletas recibirían la misma atención de parte de su entrenador. Sin embargo, sabemos que no vivimos en un mundo utópico, por lo que, mientras los nadadores van subiendo de nivel y creciendo en tamaño y edad, las reglas cambian drásticamente.

A partir de mis observaciones y conversaciones con muchos padres de atletas, estas son algunas de las razones por las que muchos, como entrenadores, tendemos a tener nadadores favoritos en nuestros equipos de natación:

  • Ganar medallas y romper récords es todo – esta es la razón principal por la que muchos entrenadores ponemos más atención a unos pocos nadadores, cuando tal vez tenemos en nuestras manos decenas de chicos y chicas a los que entrenamientos diariamente. En lugar de enfocar sus esfuerzos en el desarrollo general de sus atletas, muchos entrenadores nos centramos en los resultados inmediatos, abultando nuestros egos por esos logros alcanzados con pocos nadadores.
  • Favoreciendo al padre dirigente o con el dinero – en muchos equipos, es más, en la mayoría de los equipos, los padres son quienes forman parte de las directivas o comités de toma de decisión de esas comunidades. A veces esas filas cuentan con un padre de fuerte personalidad o con gran poder adquisitivo. Esto, en ocasiones, presenta situaciones incómodas para los entrenadores que tienden a ceder a la presión de este padre, favoreciendo al hijo de este padre, quitando atención a los demás nadadores del equipo.
  • No dar oportunidad de contribuir a todos los nadadores – en los equipos de natación de gran volumen se tienen los recursos para ensamblar múltiples cuadrillas de relevo, sin embargo, en las competencias de menos importancia, muchos equipos cometen el error de no dar participación a nadadores menos talentosos. Los relevos, posiblemente, son una de las mejores actividades de integración para un equipo y dar el chance a todos sus integrantes mejorará la camaradería y otorgará más credibilidad a su entrenador.

2. Dejar el trabajo de habilidades para el final de la temporada de competencias

Si has estado suscrito a este blog o eres subscriptor de mi canal de YouTube, te habrás dado cuenta que soy un fanático empedernido del trabajo de las habilidades de carrera. Es para mí, impresionante ver cómo, en la actualidad todavía existen entrenadores que relegan este tipo de trabajos hacia el final de la temporada de competencias. El entrenamiento de las habilidades de carrera, como las salidas, vueltas y llegadas, obedece a la teoría de creación de hábitos que dice que un nuevo hábito se arraiga en nuestros cerebros después de 66 días de continua ejecución.

Habiendo dicho aquello, es imposible que en cuestión de días, un nadador joven domino aspectos como los siguientes:

  • Cuántas patadas de delfín debe realizar después de la partida.
  • Acostumbrarse que en las pruebas de crol, lo primero que emerge después de la fase subacuática son los pies, seguidos por los brazos.
  • Nunca se respira en la primera brazada después de la salida.
  • La técnica correcta de las vueltas en cada uno de los estilos competitivos.
  • No respirar durante los últimos 5 metros de la carrera.

Cuando estoy entrenando nadadores, siempre detengo la sesión cuando uno de mis atletas no hace bien alguna de estas habilidades. He visto tantos atletas perder carreras por cometer errores que pudieron hacerse corregido en los entrenamientos que no puedo dejar de pensar en la calidad del trabajo de su entrenador. En este sentido, quiero dejar un mensaje claro para mis colegas que siguen centrados en el diseño de entrenamientos tradicionales. Compañeros, es hora de que cambiemos cómo estamos entrenando a nuestros atletas. Albert Einstein lo dijo mejor: “La definición de la locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes resultados”.

Mi intención no es la de ofender, sino instruir a partir de mi experiencia, primero como ex-nadador élite, ahora como nadador master y entrenador. Sin embargo, a veces es solo a través del llamado de atención enfático que muchos de nosotros paramos para escuchar y reflexionar. Mi recomendación es que se den la oportunidad de probar otros métodos de entrenamientos menos abrasivos para su atletas. Por ejemplo, aquellos que se enfocan más en el trabajo de la perfección técnica, en lugar del volumen de entrenamientos. Creo que encontrarán que sus nadadores empezarán a tener mejor rendimiento, se cansarán menos y, al mismo tiempo, disfrutarán más de nuestro amado deporte.

3. Dar poca importancia a otros aspectos de la preparación de los nadadores

La experiencia de la natación competitiva es un tema de equipo, no un tema de YO. El respecto mutuo, el agradecimiento y la cooperación deben ser algunos de los pilares que caractericen la relación entre el entrenador y sus nadadores. Los entrenadores que trabajan bajo estos tres pilares tienden a tratar a sus nadadores de manera similar.

Hasta cierto punto, el logro de cualquier objetivo dentro de la natación depende del comportamiento, actitud y metodología que utilice el entrenador. Desafortunadamente, muchos entrenadores utilizan metodologías muy horizontales, o sea, que se enfocan en uno o dos aspectos principales, ignorando algunos aspectos mentales y físicos, vitales para el desarrollo de sus nadadores.

La metodología que falla en dar importancia a los aspectos mentales más importantes, producirá nadadores mentalmente débiles y sin el carácter necesario para convertirse en verdaderos campeones. Asimismo, aquellos programas que no hagan suficiente énfasis en los aspectos técnicos de la natación, producirán nadadores con serias deficiencias técnicas, lo que reducirá las probabilidades de que sus atletas alcance un alto rendimiento. Finalmente, los programas que no dediquen tiempo a todos los aspectos físicos de nuestro deporte, sufrirán de desmotivación, falta de compromiso y hasta una reducción en su planilla de nadadores.


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4 secretos para nadar mariposa como un nadador profesional

Julio 2019 marcó uno de los períodos más significativos en la natación élite mundial. Los campeonatos mundiales de natación, celebrados en Gwangju, Corea del Sur, vieron caer ambos records mundiales en el estilo mariposa del legendario nadador estadounidense, Michael Phelps. Caeleb Dressel y Kristof Milak fueron los responsables de relegar a la historia al atleta responsable de redefinir la manera cómo se nadaba tradicionalmente la mariposa.

Mucho de lo que he aprendido sobre el estilo mariposa lo adquirí a través de cientos de horas de observación de videos de los mejores nadadores del mundo y a través de centenares de análisis cinemáticos de este estilo que he realizado durante los últimos 5 años. Sin embargo, al analizar la técnica de Phelps, me percaté de ciertas características técnicas que no habían desarrollado los campeones anteriores al nombrado “Tiburón de Maryland”.

Muchos expertos catalogan la mariposa como el estilo más elegante de la natación. Para los que no lo dominan a su perfección, la mariposa podría convertirse en un “dolor de cabeza”. Felizmente, para estos nadadores existen diversas maneras cómo pueden corregir aquellos aspectos en los que están fallando cuando nadan este estilo. Aquí encontrarás pautas que te ayudarán a nadar mariposa como un nadador profesional.

El mejor ejemplo que te sugiero que sigas, si de veras deseas nadar mariposa bien, es el de Phelps. El nadador desarrollado en el North Baltimore Aquatic Club, bajo la tutela del maestro Bob Bowman, logró lo que en muchos círculos de expertos en la natación denominan, cambiar cómo se nada el estilo mariposa. Pero antes de entrar en detalles sobre cómo logró esto Phelps, primero retrocedamos un poco en el tiempo para entenderlo mejor.

La mariposa como estilo no empezó a formar parte de las competencias de natación en los Juegos Olímpicos hasta el año 1956, cuando la ciudad de Melbourne, Australia, sirvió como su sede. La mariposa nació como una variación del estilo pecho; es más, se consideró como pecho hasta el año 1952, cuando la FINA lo catalogó como un nuevo estilo, regido por sus propias reglas técnicas.

A través de los años, multitud de buenos mariposistas han dominado con majestuosidad los aspectos técnicos de estilo. Lo han hecho a tal grado, que pareciera que lo están nadando sin esfuerzo. Atletas como Mary T. Maegher, Michael Gross, Pablo Morales, Melvin Stewart, Tom Malchow, y más recientemente, el mismo Phelps, Chad Le Clos y Kristof Milak. Estos maestros han formado parte de la población de deportistas que, con sus hazañas, ha contribuido a que se hayan logrado grandes avances técnicos en la ejecución de este estilo.

Durante el período de perfeccionamiento técnico que ya he mencionado, la mariposa pasó de ser un estilo regido por la fortaleza del nadador a ser un estilo donde el ritmo correcto de brazos, las caderas y las piernas formaban un letal arsenal para aquel atleta que lograra ejecutar perfectamente los movimientos que garantizaran la menor resistencia posible. Para cuando Tom Malchow se apoderó del récord mundial de los 200 metros mariposa, simultáneamente empezaba a surgir quien se convertiría en responsable de dar un mayor énfasis a las piernas en las carreras de mariposa.

La redefinición del estilo mariposa la protagonizó Phelps, desde que irrumpió en el estrellato mundial como el nadador más joven en alcanzar una final olímpica, lo cual logró en Sydney, Australia en el año 2000. La clave de este hito lo logró Phelps a través de una fulminante rutina de entrenamientos, cambiando por completo lo que era posible a través del dominio técnico de la natación. A partir del año 2001 hasta su retiro, en el 2016, Michael Phelps se encargó de mejorar por casi 4 segundos la marca mundial de los 200 metros mariposa.

Desde que Mark Spitz fue el mayor exponente de la natación mundial, ningún nadador se había encargado de pulverizar las nociones sobre cómo se debía nadar el estilo mariposa, además de alcanzar una perfección técnica tan elevada que haría ver a otros grandes nadadores como atletas menos experimentados. Su legendaria ética de trabajo en la piscina fue la gran responsable de poner a Phelps en un peldaño que tomaría años en alcanzarlo.

Esta mítica preparación del hoy nombrado “mejor nadador de todos los tiempos” se compuso de varios elementos que en la actualidad se han convertido en los 4 secretos que todo nadador debe aprender para nadar mariposa como un profesional.

4 secretos para nadar mariposa como un nadador profesional

1. Perfeccionamiento del movimiento ondulatorio

La patada de mariposa es el resultado de la acción ondulatoria del cuerpo del nadador, la cual inicia al tope de la cabeza. El principal componente de ese movimiento es el palanqueo de las caderas. Las piernas completan la ondulación con una potente contracción de los biceps femorales, seguidos de un instantáneo movimiento en látigo de los cuádriceps.

En este sentido no ha existido atleta que haya dominado mejor estos aspectos como lo ha hecho Phelps. Claro, como todo en la vida, una vez un atleta logra un cambio trascendental en su deporte, no pasa mucho tiempo hasta que un manojo de competidores dan alcance a lo que en el pasado representó una gran ventaja. Hacia el final de su carrera, Michael Phelps tuvo que batallar con grandes mariposistas como Chad Le Clos, Laszlo Cseh y Joseph Schooling.

2. Aumentar la potencia de las piernas mediante la sobrecarga

La neurociencia nos enseña que un estímulo repetido muchas veces puede convertirse en un hábito en poco tiempo. En el caso del entrenamiento de piernas, para lograr que estas respondan correctamente en los momentos más críticos de una carrera, debemos someterlas a fuertes cargas de trabajo. Esto lo logramos a través de ejercicios como los squats, los saltos resistidos, las series de pateo utilizando cinturones de pesas y por medio de ejercicios de reacción explosiva.

3. Fortalecimiento del core para desarrollar más potencia

Los músculos del core (sección abdominal) juegan un papel trascendental en la ejecución correcta del movimiento ondulatorio característico del estilo mariposa, así como también para lograr un poderoso palanqueo de caderas. Esto hace que el constante entrenamiento de estos músculos sea de vital importancia para una excelente ejecución del estilo mariposa.

Ejercicios como las sentadillas, los puentes, las planchas, algunos ejercicios de medio giro, así como aquellos en los que se debe levantar las piernas desde una posición boca arriba, pueden contribuir al desarrollo de una fuerte sección abdominal, que te permita transferir más potencia a los movimientos que debes realizar en el agua.

4. La flexibilidad es vital

Si deseas nadar bien la mariposa, es muy importante dedicar tiempo a mejorar la flexibilidad. Aunque la potencia y la velocidad son importantes, tal vez más importante sea la flexibilidad. Los movimientos adecuados de la cabeza, el cuello, la columna vertebral, las caderas, las rodillas y los tobillos son esenciales para la suave ejecución de un fluído movimiento en el agua.

Técnicas de flexibilidad como la liberación miofascial, el estiramiento dinámico, el estiramiento estático y la facilitación neuromuscular propioceptiva (PNF) pueden ayudar en ese sentido y, más importante aún, pueden contribuir a que logres generar más potencia, así como una mejor posición corporal dentro de la piscina.

Michael Phelps podrá no ser un humano perfecto, pero si tomamos su anatomía como parámetro para estimar el cuerpo ideal de un nadador, él sería el espécimen que más se acercaría al físico perfecto de un ser humano nadador. Tal vez, esta es la razón por la que el estadounidense excedió todas las expectativas, no solo que especialista en el estilo mariposa, sino también como nadador completo.


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Los efectos del descanso en el rendimiento del nadador – 2da parte

En la primera parte de este artículo nos sumergimos en algunos de los efectos de la falta de descanso y cómo esto puede afectar el desempeño del nadador. Asimismo, aprendimos qué nos dice la ciencia sobre el descanso y las razones por las que algunos deportistas no logran conciliar el sueño por las noches. Sin embargo, todavía hay algunas interrogantes sobre este tema que aún no hemos cubierto, además, debemos aprender algunas recomendaciones para atletas y para entrenadores; aquellas que pueden ayudar a lograr un rendimiento extraordinario.

2018 fue un año de ensueño para mí. Ese año ocupé el primer lugar a nivel mundial en el ranking mundial master de la FINA en los 50 metros espalda, además de otros dos lugares en el top 10. Puse en práctica todas las lecciones aprendidas durante el año 2015, incluyendo algunas recomendaciones muy puntuales para el desarrollo de la temporada, durante las competencias preparativas y para el evento principal de ese año, los campeonatos panamericanos de natación master de la Unión Americana de Natación.

Habiendo sufrido de insomnio en el 2015, me propuse que eso no me volvería a suceder. Para esto, recurrí a la literatura que había disponible en ese momento, como las investigaciones del Dr. Susheel Patil del John Hopkins Sleep Center, las publicaciones del Gatorade Sports Science Institute y los artículos publicados por la National Sleep Foundation. Esta vez, me dije a mi mismo que estaría bien preparado.

¿Dormir más es en realidad mejor?

Ya hemos visto lo que nos puede causar no descansar bien y cómo esto puede afectar nuestro rendimiento. Pero ¿es dormir más horas la solución al problema?

En el 2008, un grupo de investigadores pidió a un conjunto de jugadores de baloncesto que, durante un período de dos semanas, incrementaran sus horas de sueño lo más que pudieran. Los resultados de las observaciones realizadas por los atletas participantes en el estudio arrojaron evidencia que demostraba la mejora en su habilidad de realizar sprints de velocidad, así como una importante mejora en su porcentaje de lances libres encestados. De manera similar, se le pidió a un grupo de nadadores de edad universitaria, que, por un espacio de 7 semanas, aumentarán a 10 horas por noche su período de descanso. El resultado fue una mejora sustancial en las marcas registradas durante nados cortos en sprint. En ese mismo estudio, los nadadores registraron mejoras en sus tiempos de reacción, velocidad de las vueltas y hasta un mejor sentido del humor.

Otro factor importante para considerar es que la calidad del descanso que logremos está atada a nuestro aprendizaje de nuevas habilidades. Cuando dormimos bien, nuestro cerebro almacena toda la información que ha absorbido durante el día. Asegurarnos un buen descanso todas las noches debe mejorar el aprendizaje de nuevas habilidades, por lo tanto, esto se convierte en otro aspecto por el que los atletas deben optimizar la calidad de su descanso.

Recomendaciones generales

Si deseas mejorar la calidad de tú descanso debes empezar a practicar mejores hábitos. Uno de esos hábitos, el cual puedes empezar desde hoy mismo, es detener el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir. Los dispositivos como teléfonos celulares, tabletas y computadoras portátiles emiten una luz color azul que tiende a reducir la producción de melatonina (hormona producida en el cerebro que ayuda a regular el ciclo del sueño y de vigilia), la cual es indispensable para conciliar el sueño y para lograr un buen descanso. Una posible solución es el uso de lentes color amarillo, los cuales actúan como un filtro para la luz azul que emiten los dispositivos ya mencionados.

Otras de las recomendaciones más importantes que pude investigar y que debes tomar muy en cuenta, es estar seguro de que tu dormitorio sea completamente acogedor. Esto quiere decir que allí debe reinar el silencio y la oscuridad, en especial a la hora de descansar. Si constantemente estás siendo molestado por ruidos, entonces puedes recurrir a la compra de un buen par de tapones o un bloqueador de ruido. Si, por el contrario, el culpable es la luz exterior, un antifaz sobre tus ojos podría resolver el problema. Yo adquirí uno excelente, que utilizo para tomar una necesaria siesta en las tempranas horas de la tarde.

Una de las sugerencias más extrañas que encontré, aunque al mismo tiempo interesante, fue la de limitar la ingesta de líquidos algunas horas antes de retirarse a dormir. Esto evitará que te estés levantando constantemente durante la noche a usar el baño. Si de todas maneras tienes que levantarte, cuando lo hagas, enciende la menor cantidad de luces posible.

Adicionalmente, toma en cuenta estas recomendaciones:

  • Trata de limitar el consumo de cafeína después de las 3:00 pm.
  • Evita el consumo de alcohol; este reduce la calidad de tu descanso.
  • Diseña una rutina que establezca una misma hora para retirarte a dormir y una hora a la que despertarás. Esto ayudará a reforzar tu ciclo circadiano.
  • Dentro de la medida de lo posible, considera tomar una siesta, en especial si has tenido una sesión de entrenamiento en la madrugada.

Recomendaciones para competencias

Según un estudio realizado en el año 2014, 66% de los atletas a nivel mundial reporta una mala calidad de su descanso antes de competir. Esto puede que se deba a varias razones como no saber manejar la adrenalina, no estar familiarizados con el ambiente dónde les toca descansar o hasta el compartir habitación con un compañero de equipo.

Si sufres de estos percances, puedes sobrepasarlos siguiendo estas recomendaciones:

  • Entiende que no poder dormir bien por una noche no afectará tu desempeño al día siguiente.
  • Si eres de los deportistas que de costumbre encuentra retador conciliar el sueño antes de competir, considera aumentar tus horas de sueño semanas antes de que participes en el evento.
  • Trata de compartir tu habitación siempre con el mismo compañero de equipo.
  • Siempre carga contigo un par de tapones y un antifaz para tus ojos.
  • Cuando tengas que cruzar varias zonas horarias para ir a competir, para aclimatarte, considera llegar con 1 día de anticipación por cada zona horaria que tengas que cruzar.

Recomendaciones para entrenadores

Ser entrenador no solo se limita a diseñar y administrar entrenamientos para unos cuantos atletas. El entrenador debe también entender cómo las sesiones de entrenamiento, en especial aquellas programadas para realizarse durante las madrugadas, pueden afectar la calidad y duración del descanso de sus nadadores. Para contrarrestar esos efectos, los entrenadores deben exhortar a sus atletas, dentro de la medida de lo posible, a tomar siestas durante el transcurso del día.

Otro de los aspectos que todos los entrenadores deben comprender bien es que atletas diferentes tienden a tener desempeños diferentes, durante diferentes períodos del día. Por esta razón, dentro de lo posible, cada entrenador debe tomar en consideración esta variable para programar precisamente las sesiones de entrenamiento.

Finalmente, pero no menos importante, cada entrenador es responsable de orientar a sus atletas sobre el establecimiento de buenos hábitos de descanso. Por otro lado, siempre que sea posible, el entrenador debe velar porque los viajes programados para sus nadadores sean coordinados para que no afecten sus patrones de sueño. Por ejemplo, retornar de madrugada de una competición puede seriamente afectar la habilidad de recuperación del nadador.

Conclusiones

El tema del descanso y el sueño es uno muy complejo. Los textos que has estudiado aquí son insuficientes para cubrir todos los factores que podrían afectar el desempeño de los atletas. Una cosa sí es cierta, la calidad del descanso que puedan lograr los nadadores está directamente relacionada con su nivel de rendimiento. Por esta razón, si eres atleta, debes buscar la manera de cómo optimizar tu descanso. Si eres entrenador, debes predicar el tema “descanso” como uno de alta importancia entre tus nadadores. Al final del día, el simple hecho de dormir bien podría ser la clave del éxito que en conjunto han estado buscando.


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Los efectos del descanso en el rendimiento del nadador – 1ra parte

Siempre he dormido bien. Desde niño he podido dormir corrido, durante toda la noche, lo que me ha permitido recuperar mis energías para lograr un mejor desempeño en mis entrenamientos y en las competencias. Nunca importó la magnitud del evento que me tocaba competir. Si había entrenado bien, nunca sufrí de insomnio la noche antes de una carrera importante.

La biología humana es algo maravilloso. Todos los seres humanos somos fuertes y débiles a la misma vez. Esto nos convierte en un enigma casi indescifrable para nosotros mismos. Una de las características más difíciles de interpretar de ese enigma es cómo quedamos fisiológicamente afectados por la calidad de nuestro descanso.

Léase por descanso como el tiempo que necesitan nuestros cuerpos para regenerarse y restablecer las fuentes de energía. Una labor que nuestros sistemas corporales realizan con sorprendente rapidez. En el caso de los humanos atletas, el aspecto regenerativo es uno al que debemos poner mucha atención ya que es uno de los factores más contundentes que inciden en la ganancia de condiciones físicas y en el logro de buenos efectos entrenamiento.

Para ponerte en contexto la importancia que tiene el descanso en tu desempeño, si no pones atención al tiempo que dedicas al restablecimiento de tus fuentes de energía, corres el riesgo de seriamente afectar tu rendimiento, además de dramáticamente incrementar las probabilidades de lesionarte. Es más, según un estudio publicado en el Journal of Pediatric Orthopedics, la falta de descanso puede casi duplicar las probabilidades de que un atleta en edad adolescente se lesione.

Sin embargo, la pregunta que muchos nadadores constantemente nos hacemos es ¿cuántas horas debo descansar para mejorar mi rendimiento?

Primero, debemos aprender qué es exactamente el descanso.

El descanso es algo que posee un sin número de dimensiones desconocidas. La comunidad científica aún no se pone de acuerdo sobre si en verdad lo necesitamos. La teoría de la restauración establece que el descanso puede ayudarnos a restablecer funciones físicas vitales, que han sido afectadas o agotadas durante el ejercicio. Por otro lado, la teoría de la conservación de la energía argumenta que el descanso nos ayuda a conservar energía.

Independiente de la escuela que decidamos seguir, una cosa sí es cierta, si no descansamos lo suficiente, nuestra salud se deterioraría, pudiendo llegar hasta el punto, si de verdad nos descuidamos, de costarnos la vida.

Recuerdo una experiencia que tuve durante uno de los últimos eventos internacionales que participé como nadador élite. Era el año 1993. La ciudad puertorriqueña de Ponce era la sede de los Juegos Centroamericanos. Viajé a Puerto Rico desde el estado de la Florida, Estados Unidos, donde me encontraba cursando estudios de ingeniería mecánica en Florida Atlantic University.

Llegué a la ciudad sureña de Ponce sintiéndome estupendamente. A pesar de que durante el verano de ese año no pude llevar a cabo mi acostumbrado régimen de entrenamiento, creía plenamente en mis habilidades físicas. Mi talón de Aquiles durante esa justa regional sería la falta de preparación mental que no pude llevar a cabo y que siempre, hasta ese momento, fue mi aliada para combatir los nervios que sentía antes de una carrera importante, además de poder descansar bien.

Durante la sesión de eliminatorias de los 100 metros espalda, clasifiqué con la mejor marca, delante de tres grandes talentos de la natación de nuestra región de esa época. Uno de ellos, eventualmente, logró convertirse en medallista olímpico. Al verme sembrado en el carril 4 para las finales, sentí un gran júbilo, pero al llegar a la villa centroamericana, muchos de mis compañeros de la selección nacional de mi país, empezaron a preguntarme si ganaría la final y si me sentía confiado para establecer una nueva marca para los juegos.

Mientras más preguntas recibía, más ansioso me ponía. Tal fue mi estado de ansiedad que no pude cerrar los ojos para tomar una muy necesaria siesta para restablecer mis energías, con miras a la sesión de finales, esa misma noche. Al acercarse el inicio de las finales, me sentí muy cansado. Desafortunadamente para mí, el simple hecho de no haber restablecido mis energías dejaría entrar muchas dudas en mi mente en el momento más crucial, en el que se definirían las medallas.

Recuerdo haber estado aturdido. Como si me encontrara en una realidad diferente a la que me hallaba. Cuando los oficiales nos hicieron pasar al área de partida, detrás del bloque de salida, me sentí sin fuerzas. Como si todo eso fuera poco, mi mente empezó a divagar, repitiéndome constantemente “debí haber descansado mejor”.

Fuera por la falta de sueño o por mi inseguridad antes de la carrera, el resultado de ese desliz fue un quinto lugar en los 100 metros espalda, además de una tremenda lección. A partir de ese momento, aprendí bien que debía priorizar el descanso antes de mi participación en competencias; algo que he cumplido al pie de la letra ahora que mi carrera como nadador se desarrolla en las categorías master.

¿Qué dice la ciencia sobre el descanso?

Una vez quedamos dormidos, existen diferentes etapas dentro del mismo sueño. Durante la primera etapa, nuestros músculos aún se encuentran activos. La duración de esta primera etapa es de unos 2 a 5 minutos. Pasando a la etapa 2, nuestra frecuencia cardíaca, así como nuestra temperatura corporal, empiezan a disminuir, llegando a un estado de completa relajación muscular. Para cuando físicamente alcanzamos las etapas 4 y 5 del sueño, empieza a ocurrir un fenómeno neurológico llamado sueño de ondas lentas. Al llegar a este punto, es sumamente difícil que despertemos.

La necesidad que surge en nosotros por descansar es gobernada por varios factores. El primero de ellos es el ciclo circadiano. El otro factor que lo rige es nuestro impulso de dormir mientras pasan las horas desde nuestro último período de descanso.

¿Qué sucede cuando no descansamos suficiente?

Las recomendaciones generales para adultos es que, durante horas nocturnas, descansen de manera continua entre 7 y 9 horas. La falta de descanso está asociada a un sin número de problemas de salud y de rendimiento. En lo que respecta a la salud del atleta, la falta de sueño puede causar hipertensión, aumento de peso corporal y hasta diabetes tipo 2.

En lo que respecta al rendimiento deportivo, aquellos atletas que experimentan problemas con sus patrones de sueño son 70% más propensos a sufrir una lesión, en comparación con sus compañeros que no tienen problemas para descansar. Asimismo, un estudio realizado en el año 2014 encontró que períodos de descanso de corta duración estuvieron significativamente relacionados a altos niveles de fatiga. Finalmente, otro estudio reciente reveló que la falta de sueño por largos períodos de tiempo aumenta la sensación del dolor, reduce el funcionamiento efectivo de nuestro sistema inmunológico, aumenta los síntomas de depresión, tensión, confusión, fatiga e ira, y reduce la sensación de vigor.

¿Descansan suficiente los atletas?

Esta pregunta puede que no tenga una respuesta clara, pero la lógica nos dice que si un atleta consume más energía, la cual podría causar un mayor agotamiento muscular, entonces ese atleta podría necesitar un período de descanso más extenso.

Algunos estudios, en los que participaron deportistas bien entrenados, encontraron que el ejercicio aeróbico incrementó la necesidad de alcanzar un sueño de ondas lentas, así como redujo el tiempo que estos deportistas requirieron para quedarse dormidos. En el 2002 se llevó a cabo una investigación que reveló que el 94% de los deportistas estadounidenses de edad universitaria pensaban que necesitaban más descanso que las 7.5 horas de sueño promedio que realmente estaban logrando.

Algunas de las razones por las que los atletas pudieran no estar descansando lo suficiente son:

  • Sesiones de entrenamiento durante las madrugadas.
  • Malos hábitos de descanso.
  • Levantarse durante la noche para usar el baño.
  • Consumo nocturno de cafeína.
  • Proceso disruptivo de pensamiento (preocupación o planificación).

La buena noticia para los atletas es que la falta de descanso por períodos cortos de tiempo no parece afectar seriamente el rendimiento. Esta es una estupenda noticia para muchos deportistas que tienden a experimentar inconsistencias en sus patrones de descanso antes de sus competencias.

Un estudio reveló que pasar 24 horas sin dormir no tiene consecuencias negativas sobre las variables que inciden en la producción de potencia anaeróbica. Asimismo, los resultados de otro estudio resaltaron que una reducción de 2.5 horas de sueño no surtió efectos negativos serios que pudieran afectar el rendimiento deportivo.

En la segunda parte de este artículo podrás aprender si dormir más es verdaderamente mejor y obtendrás mis recomendaciones, para atletas y entrenadores, sobre cuáles medidas tomar para que el descanso se convierta en el arma secreta que desate un rendimiento excepcional.


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Respirar para sobrevivir; respirar para nadar

Transcurría el verano del 2015 en la ciudad de Medellín, Colombia. Mi estadía en la ciudad de la eterna primavera era para participar en los campeonatos panamericanos de natación máster. Abarcando unos 5 días de competencia, el torneo máster más importante del año representaba el evento culminante de 18 tumultuosos meses en los que me vi afectado por varias lesiones, llevándome a considerar el abandono de la meta que había empezado a perseguir a finales del año 2013, después de casi tres años de entrenamientos intermitentes. Encontrándome listo para competir, solo esperaba el momento de la verdad para darlo todo en el agua.

Nunca me imaginaría que, iniciando los campeonatos, viviría una de las experiencias más desagradables en mi carrera como nadador. Durante el segundo día de competencias, participé en la prueba de los 200 metros libre. Tomando la carrera como la que me ayudaría a “romper el hielo”, en términos de sensaciones durante la competencia, me propuse a nadar la prueba sin temor a lo que pudiera pasar con mi cuerpo.

La carrera de los 200 metros libre siempre ha sido mi talón de Aquiles. Ha sido solo como nadador máster y a través de muchas horas de preparación y ensayo que, poco a poco, he aprendido a competirla. Pero, nadar en la altura de Medellín añadía un mayor grado de incertidumbre, el cual no podía controlar y para el cual no me había preparado mientras entrenaba, a nivel del mar, en mi ciudad natal de Santo Domingo, República Dominicana.

Para darte una idea de cómo se siente nadar en altura, intenta lo siguiente. Toma un pedacito de algodón y colócatelo en una de tus fosas nasales. Ahora, trata de correr a máxima velocidad por unos 40 o 50 metros. Tu cerebro, al percibir la falta de aire, enviará una señal de alerta por todo tu cuerpo, tratando de convencerte de detenerte de inmediato.

El precio que pagué al nadar esa prueba fue alto. Los efectos del lactato parecen multiplicarse en la altura y en esa mañana de verano sentí que estuve a punto de desvanecerme en medio de la prueba. Logré finalizar la carrera, registrando un tiempo decente, pero partí de regreso a mi hogar en dominicana valorando más que nunca el poder respirar bien durante una carrera de natación.

Respirar mientras nadas es una acción obligatoria. En fin, si no lo haces te ahogas. Aún con esto en mente, la respiración en la natación no es algo tan simple. En primer lugar, debes aprender cómo respirar correctamente cuando te encuentras dentro del agua. Inmerso en un medio viscoso, como el agua, la técnica de la respiración es prácticamente inversa a cómo la haces fuera del agua. Dentro del agua, debes inhalar por la boca, dejando salir el aire por la nariz. Como si todo esto fuera poco, mientras practicas la natación, debes aprender a desarrollar un patrón de respiración apropiado para que tu desplazamiento sea constante y tu estilo se mantenga balanceado.

Para los estilos como el crol y la mariposa, fallar en la correcta sincronización de la respiración con la acción de los brazos podría causarte serios problemas al nadar. Uno de estos problemas es la rápida reducción de tu ritmo de brazadas. Otra de las barreras que como nadador pudieras encontrarte es el aumento de la resistencia que el agua ejerce sobre tu cuerpo. Esto último sucede con más frecuencia cuando levantas mucho la cabeza para respirar. Independientemente de los retos que enfrentes al intentar nadar con más velocidad, lo cierto es que el suministro de oxígeno hacia los músculos como fuente de energía es vital para poder mantener tu velocidad durante la práctica de la natación.

Irónicamente, la manera más rápida de nadar es haciéndolo sin tomar aire. Desafortunadamente, en cualquier carrera más larga de 50 metros, no respirar causaría que tu cuerpo cree una dependencia catastrófica de las fuentes de energía anaeróbicas. Una de las consecuencias más severas de este cambio es la reducción del pH dentro de tu cuerpo. Una vez tu cuerpo se torna más ácido, los músculos empiezan a perder su habilidad de recuperarse.

Si, si, si, esta es una lección en fisiología del ejercicio que tal vez has leído decenas de veces, sin embargo, es importante saber las consecuencias a la que expones tu cuerpo cuando nadas en ausencia de oxígeno. Continuemos…..

¿Cuál es la manera más efectiva de incrementar el pH? Lógicamente, respirando. El mecanismo que retorna los niveles de pH a la normalidad se asemeja al funcionamiento de una locomotora de vapor. Mientras más rápido se desplaza la locomotora, más vapor emite. En el caso del cuerpo humano, mientras mayor la velocidad de respiración, mayor la cantidad de dióxido de carbono despedido. Este proceso ayuda a que el cuerpo retorne a niveles de pH más neutros.

Mantener estable el ritmo respiratorio durante la práctica deportiva a alta intensidad, no solo mantiene estable el pH de tu cuerpo, también contribuye a prevenir la acidosis (proceso en el que el cuerpo pierde la habilidad de eliminar dióxido de carbono) mediante el perfecto suministro de oxígeno a tus músculos. Este sistema oxidativo (donde abunda el oxígeno) es vital para alcanzar niveles de desempeño óptimos en la natación de alto rendimiento.

Durante los primeros 20 a 25 segundos de una carrera de natación, cuando agotas las sustancias que te proveen de energía explosiva (sustancias como el fosfato de creatina) tu organismo recurre a los restantes sistemas de energía; el aeróbico y el anaeróbico. Cada uno de estos sistemas tiene sus ventajas, pero es solo mediante el uso del sistema anaeróbico que desarrollas la capacidad de reducir el pH de tu cuerpo. Esto quiere decir que, mientras más uses el sistema anaeróbico como sistema de energía, mayor será la producción de potencia durante la práctica de la natación.

Si tomas unos minutos y te pones a estudiar la frecuencia respiratoria de los nadadores de alto nivel y haces una comparación con la frecuencia de otros deportistas, te darás cuenta de que la frecuencia de los atletas más entrenados es significativamente menor. Esto te puede ayudar a entender que los entrenamientos de natación, en su gran parte, se llevan a cabo de manera hipóxica. El significado de esto es que, al entrenar con un suministro de oxígeno limitado hacia los pulmones, los nadadores que han alcanzado un alto nivel de acondicionamiento desarrollan otros mecanismos en sus cuerpos que les permite llevar oxígeno a sus músculos de manera más eficiente, de esta manera ayudándoles a controlar la producción de lactato.

Para desarrollar aún mejor esos mecanismos que ya he mencionado, podrías recurrir a entrenar en altura (por encima de los 1400 msnm), donde el suministro de oxígeno hacia los músculos es más restringido. Pero, cuando se trata de competir en esos ambientes, de veras que no es una experiencia agradable. Para mí, competir en la ausencia parcial de oxígeno durante los panamericanos de Medellín constituyó una experiencia que nunca olvidaré. En altura, tal vez no tengamos alternativa, pero a nivel del mar, no tiene sentido limitarnos el consumo de oxígeno. Por lo tanto, cuando practicamos la natación en atmosferas normales, debemos respirar más, nunca menos.


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El discurso del entrenador

A través de la historia de la humanidad han existido personas con la habilidad de motivar a muchos a lograr hitos inauditos. La habilidad de John F. Kennedy para motivar a una nación a colocar un hombre en la luna en menos de 10 años. El discurso del rey Leonidas antes de enfrentarse al ejército persa, una batalla en las que todos sabían que morirían. El discurso del entrenador del equipo de hockey sobre hielo de los estados unidos, Herb Brooks, previo al momento de iniciar el mítico partido en el que los estadounidenses derrotaron por primera vez al muy superior equipo de la Unión Soviética.

El discurso del entrenador siempre será uno de los aspectos más importantes entre las herramientas de desarrollo de un mentor. Las palabras de un líder son y seguirán siendo uno de los pilares de la profesión de entrenador.

Lo principal que debes entender es lo siguiente:

Tú eres el entrenador. Tus nadadores deben verte como un educador y guía. Ellos se apoyarán en ti para que les ayudes a aprender, a crecer y, al final, a desarrollar su potencial. Sin embargo, si no mides tus palabras, estas pueden convertirse en armas destructivas para tus atletas, aunque lo demás que estés haciendo lo hagas correctamente.

Una palabra mal dicha en el momento equivocado puede ser la causante de destruir un trabajo de meses, y hasta de años. Aunque seas la cabeza del equipo, si no tienes nada bueno que decir, lo mejor es quedarte callado. Todo tu conocimiento sobre el entrenamiento, tu habilidad como estratega o tu experiencia en áreas como la preparación mental y el fortalecimiento físico, no servirá de nada si tú y tus pupilos no pueden entenderse bien.

Para ayudarte a mejorar tu discurso como entrenador, sigue estos principios:

No siempre la verdad es la mejor solución. Aunque este principio no siempre funciona bien en la vida real, en ocasiones, especialmente cuando estamos entrenando nadadores jóvenes, es recomendable ser menos directo. Con esto no te estoy recomendando que, como entrenador, debes mentir, solo que, a veces, para evitar situaciones emocionales extremas, debes disfrazar un poco cómo dices las cosas.

Partiendo de lo mencionado anteriormente, es importante que priorices el desarrollo de la confianza con tus nadadores. Aprende a escuchar y, si es necesario, conoce a tus deportistas más allá de las cuatro paredes que circundan la piscina. Esto te dará la habilidad de derrumbar cualquier barrera emocional contra la que te encuentres, ya que, al final, los mejores programas de natación del mundo son aquellos en los que los entrenadores y los nadadores se hablan con mutuo respeto y honestidad.

Nunca grites o eleves el tono de tu voz. Es posible que llegue el momento en el que necesites hacer esto, pero guárdalo para los momentos que más lo ameriten. Por ejemplo, antes del comienzo de un campeonato importante, en el que esperas que tus nadadores demuestren todo el trabajo que hicieron durante la temporada. Si te acostumbras a gritar, tus atletas dejarán de respetarte o peor, empezarán a temerte. Nadadores temerosos puede que sigan tus instrucciones, pero nunca pensarán por sí solos.

¿Y qué hay del miedo?

Puede que haya personas que sugieran que sentir un poco de temor es una emoción humana saludable; una que puede generar elevados niveles de adrenalina, manteniéndonos fuera de ciertas situaciones de peligro. Sin embargo, todos los síntomas asociados a esta emoción, como la preocupación, ansiedad, nerviosismo, son factores que deben afectar a los deportistas. Como atletas, quieres que todos ellos se sientan seguros de sí mismos, confiados de sus habilidades y, sobre todo, felices.

Algunos fundamentos del coaching

Acondicionamiento: a raíz de haber adquirido excelentes condiciones físicas, los nadadores logran desarrollar una confianza enorme, la cual se observa desde antes de subirse al bloque de salida.

Buena planificación: esto llevará a todos los nadadores a confiar en el sistema de entrenamientos que están siguiendo, aunque por momentos parezca que las cosas no estén funcionando a la perfección.

Tácticas correctas y ajustables: convertirá a tus atletas en maestros de las carreras, obligando a sus competidores a desviarse de sus estrategias de carrera para seguir las de tus bólidos.

Disciplina: permitirá que todos los nadadores sigan el plan de trabajo, sin cuestionamientos mayores.

Entrenamiento exigente: lo único que convertirá a tus nadadores en competidores aguerridos y resilientes será la experimentación de adversidades durante sus rutinas de preparación.

¿Qué sucede cuando las cosas no parecen estar funcionando?

Si tus nadadores no están haciendo el trabajo que has diseñado para ellos y las mejoras en tiempos no se están dando, tu trabajo como entrenador puede estar en peligro.

Aunque más arriba hablamos de los comportamientos que debes asumir como entrenador, esto no quiere decir que debes tener la paciencia de Gandhi o la actitud de la madre Teresa, al contrario, ponerle un poco de emoción y sentimiento a tu discurso puede que inyecte el empuje necesario para sacar a tus atletas del letargo.

Consejos para el manejo de momentos de decepción

– Nunca tomes las cosas a la ligera. Esto es válido en especial cuando notas que muchos de tus nadadores empiezan a entrar en una actitud mediocre. Este tipo de actitudes llevan con sí efectos muy dañinos para el buen desenvolvimiento del equipo. Aprende a afrontar esas situaciones, autoevaluando tu labor para determinar desde cuándo pudo haber empezado a suceder esto y lograr una corrección inmediata.

– No titubees en recordarle a tus atletas las reglas del juego. Dos cosas que considerar en este caso, cuando estés conversando con todo el equipo, nunca te dirijas a individuos. Si hay uno de tus nadadores que necesita un llamado de atención especial, hazlo frente a frente, en un espacio privado, fuera de la vista de sus compañeros. Evita humillar a tus nadadores, porque solo toma un evento de esta naturaleza para perder a un buen atleta.

– Tú, como entrenador, posees un arma poderosa a tu disposición: la decisión de recompensar el trabajo de los que se están esforzando y castigar a aquellos que no lo están haciendo. Esto puede ser durante la asignación de participantes en las pruebas de relevo en una competencia o en la determinación de los tipos de trabajo que realizarán los diferentes grupos que manejas.

La mayoría de los discursos que requieran aumentar el estado de ánimo serán dirigidos a los atletas que más lo necesitan, sin embargo, recuerda que este tipo de oportunidades pueden ser muy beneficiosas para las grandes estrellas de tu equipo. Tu discurso puede que se convierta en la oportunidad perfecta para motivar a tus mejores bólidos a sobrepasar etapas exigentes durante el ciclo de entrenamientos.

Algunos consejos para impactar a tus nadadores durante tus charlas

– Si alguno de tus nadadores ha fallado en seguir tus instrucciones o ha tenido un desempeño por debajo de lo esperado, recuerda que tú eres el entrenador. Tú trabajo es hacer que TODOS tus atletas mejoren, no solo los más sobresalientes.

– Tan pronto como hayas concluido una plática difícil con alguno de tus nadadores, haz un compromiso con el atleta y cúmplelo. El objetivo es que el deportista al cual llamaste a la atención reconozca que eres un profesional de palabra y que das seguimiento a las cosas que prometes. Esto elevará tu nivel de credibilidad y mejorará sustancialmente tu relación con el atleta.

– Aunque haya puntos dentro de tu discurso que no sean del todo positivos, asegúrate de enfatizar los puntos positivos más importantes.

– En tu discurso, siempre deja claro las cosas que tus nadadores deben hacer en lo adelante. Debes haberlos dejado energizados y no pensando que “el entrenador está loco”.

– Ponlos a pensar, a través de algunas sugerencias sencillas. Por ejemplo “¿no sería genial que en la próxima competencia lleguen a las finales?” O, tal vez decirles “sería grandioso que varios de ustedes clasifiquen al próximo campeonato nacional”.

Algunas consideraciones finales

– Si tienes que elevar alguna queja, hazlo sin añadirle emoción a tu discurso.

– Ningún atleta es inútil. Todos tienes algo que contribuir. Debes darle la oportunidad para que lo hagan.

– Si te toca hablar con los padres de los nadadores, por más intenso que sea el encuentro, nunca pierdas los estribos. Siempre debes mantener la actitud de un profesional, transmitiéndole a los padres que tienes las cosas bajo control.

– Se meticuloso en la elección de tus capitanes de equipo. Ellos serán tu voz cuando no estés presente.

– No culpes a otros por tus errores. Puedes delegar la función, pero nunca la responsabilidad.


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Un entrenador para el siglo 21

En una ocasión, varios directivos de la USA Swimming, aprovecharon que el nadador ruso Alexander Popov se encontraba entrenando en el centro de alto rendimiento de Colorado Springs, para hacer una “visita de cortesía” a su entrenador, el renombrado Gennadi Touretski. Durante un intercambio que pareció más un interrogatorio que una conversación entre colegas, los estadounidenses le preguntaron a Touretski si Popov estaba en óptimas condiciones. La manera cómo Touretski respondió es legendaria.

El entrenador del mejor velocista del momento le pidió a Popov, quien se encontraba en medio de uno de sus entrenamientos, que subiera al bloque de salida para nadar 50 metros contrarreloj. Popov, sin expresión alguna en su cara, subió a la plataforma y se preparó para escuchar el silbato de su entrenador. Cuando Touretski detuvo el cronómetro, al momento que Popov tocó la pared, el tiempo que marcaba era mejor que el récord mundial que, en ese momento, estaba en poder el mismo Popov.

Lo logrado por Popov en este legendario recuento es que todo está en el estado mental que alcances a través de tu preparación. Mucho de lo que has llegado a creer hasta el momento proviene de las influencias que han moldeado tu comportamiento, incluyendo el discurso que ha utilizado tu entrenador para convencerte de que puedes lograr grandes cosas. Sin embargo, no todos los entrenadores son iguales.

Estoy seguro de que conoces a muchos entrenadores que, a través de su discurso y habilidad de persuasión han logrado motivar a sus bólidos a dar más allá de la capacidad que creían que tenían. Para mí, ese entrenador lo fue Steve Barlow. Steve fue el segundo al mando, mientras estudié y practiqué la natación en Florida Atlantic University, en la ciudad de Boca Ratón, en el estado de Florida, Estados Unidos. Como mano derecha de Steve Eckelcamp (EPD), Scott era el entrenador perfecto para el momento por el que atravesaba mi carrera como nadador.

Con su gran poder de persuasión, Scott logró que mi desempeño en los entrenamientos excediera toda expectativa, ayudando a convertirme en subcampeón nacional universitario. Así como lo fue Scott para mí, siempre intento que mis alumnos y nadadores tengan un propósito por el cual están practicando el deporte de la natación. Sin esta variable de la ecuación, es prácticamente imposible mantener a los jóvenes de hoy en día motivados a dar lo mejor de sí en la piscina, día tras día.

Tener nadadores motivados es el elemento principal para fomentar un ambiente en el que los nadadores más lentos desarrollen el ímpetu de seguir a los más rápidos, de esa manera mejorándose a ellos mismos. El entrenador es simplemente un guía, no un mago, como a veces se cree que son los entrenadores de algunos de los programas de natación más exitosos. Son demasiadas las personalidades que pasan por las manos de un mismo entrenador, a través de los años, para concluir que es el tipo de entrenamiento la única variable que hace que los nadadores prosperen.

Los entrenadores deben caer en la realidad que, en la actualidad, muchos jóvenes no están practicando el deporte para convertirse en campeones; muchos lo hacen porque sus padres no quieren que continúen viviendo una vida sedentaria, gobernada por dispositivos electrónicos y convirtiéndose en seres humanos con sobrepeso y malos hábitos saludables. Si cada monitor, técnico y entrenador, aterriza en esa realidad, su labor sería mucho más productiva. Verás, al estar el técnico más consciente del trabajo que tiene que hacer, las energías que requiere desarrollar un programa de natación pueden ser mejor encausadas hacia cada tipo de deportista.

Si, en efecto, hay nadadores con el talento necesario y el compromiso de hacer el trabajo para desarrollar su potencial, el entrenador podrá centrar su atención en el desarrollo de ese talento, permitiéndole a otros profesores trabajar con los deportistas que asisten a las albercas a mejorar sus estados de salud o, sencillamente, para usar la natación como actividad extracurricular. Los enfoques son completamente diferentes. Este escenario permite que los entrenadores con la preparación, dedicación, pasión y compromisos necesarios para desarrollar atletas de alto nivel puedan sentir que su trabajo tiene significado y es una de las bases para que ese trabajo se convierta en un legado. Sin embargo, algunos entrenadores talentosos destruyen con una mano lo que construyen con la otra.

Recientemente escuché una anécdota que demuestra lo que “NUNCA” debe hacer un entrenador. El incidente tiene como protagonista a un nadador promesa olímpica y al director técnico de la federación de natación del país donde sucedió el hecho.

Luego de extender las correspondientes felicitaciones al nadador, aportando a elevar la confianza del atleta, el entrenador la deshizo al decir las palabras “no te hagas ilusiones porque no vas para Tokio” ¿Crees que este es un comportamiento adecuado de un buen entrenador?

A muchos técnicos nos llena de emoción ver progresar a nuestros bólidos, sin embargo, carecemos de empatía para incentivar a otros atletas a seguir persiguiendo sus sueños ¿qué está fallando aquí?

¿Quieres impactar la vida de muchos deportistas? Deja de actuar como si fueras el protagonista de la obra y entiende que tienes la capacidad de quedar en la memoria de incontables seres humanos, ayudando a que sean personas de bien y que valoren todos los beneficios de una vida saludable.

Dicen que la función se puede delegar, pero no la responsabilidad. Creo que ese enunciado es absurdo. Si eres un profesional con tus objetivos y prioridades claras, nunca delegarías la función. El entrenador que, sobre todas las cosas valora a sus pupilos, siempre tendrá la virtud de poseer un discurso coherente e impactante. Hoy en día debes ser una persona que practique lo que profese ¿Por qué crees que muchos entrenadores jóvenes están pasándole por encima a muchos viejos robles? No creas que es porque saben manejar mejor la tecnología de punta.

Con la información viene el conocimiento y si ese entrenador joven proviene de una escuela donde el mentor es un modelo para seguir, todos los entrenadores con larga experiencia en el campo deben prepararse para competir cara a cara con esta nueva generación de hombres y mujeres que, además de tener las palabras correctas en la punta de la lengua, también saben bien lo que se siente ser un atleta, porque lo han sido en el pasado reciente.

Afortunadamente, no todo está perdido, si es que estás dispuesto a unirte a esta corriente emergente. El futuro es brillante si aprendes a dirigirte de manera diferente hacia tus atletas. Los resultados para los que tus pupilos que lideras continúan obedeciendo tus órdenes se verán materializados, si es que logras sobrepasar la colina del respeto y el mutuo entendimiento. No creas que esto es opcional. Los nadadores tienen tantas opciones a su disposición que hasta un padre con la iniciativa adecuada puede monitorear los entrenamientos de su hijo campeón, los cuales pueden ser diseñados por un entrenador a miles de kilómetros de distancia y entregados al padre de manera electrónica.

Estamos viviendo momentos disruptivos, que están haciendo que muchas personas finalmente despierten de un largo letargo; uno que vio sus inicios en el siglo 20. Desafortunadamente, las experiencias vividas en esa época están encontrando un lugar en las líneas escritas para la historia. Lo que hoy está dando resultado es la empatía, el diálogo y el mutuo respeto. Si ves esto como una oportunidad, bienvenido a esta nueva época de la natación, de lo contrario, prepara tus maletas y di tus “hasta luego” porque tu barco ya está por zarpar.


Si estás enfrentando dificultades para crecer tu planilla de nadadores o motivando a tus pupilos para que asistan consistentemente a sus entrenamientos, contáctame para una consulta gratuita.

Juntos podremos incentivar a todos tus bólidos para que vuelvan a disfrutar de nuestro hermoso deporte.

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3 estrategias de aprendizaje para mejorar el desempeño en la natación

En conversaciones que he tenido con entrenadores, nadadores y padres de nadadores por toda Latinoamérica, uno de los temas que siempre sale a flote es la necesidad de mejorar la calidad técnica de los atletas. En muchos rincones de nuestra región el enfoque continúa siendo el entrenamiento, el cual empieza desde una muy temprana edad. Sin importar toda la información científica existente, el descuido en el trabajo de las habilidades motoras en nadadores infantiles sigue vivo en muchos programas de natación.

Mejorar el desempeño en la natación, realizando cambios en la técnica, es un proceso complejo y tedioso. Muchas veces, debido a las limitaciones presupuestarias y lagunas de conocimiento en la parte técnica, muchos entrenadores deben limitarse al uso de las tecnologías más básicas que existen para la realización de correcciones técnicas, o sea, las observaciones visuales y la comunicación verbal. Aunque estos métodos tienen sus limitaciones, su efectividad se incrementa cuando son empleadas durante el uso de varias estrategias de aprendizaje.

Por ejemplo, para mejorar la posición de flecha, una de las habilidades más básicas e importantes, el instructor puede usar expresiones como “mantén los brazos rectos”. Aunque muchos nadadores interpretarán correctamente esta instrucción, otros deportistas puede que entiendan algo completamente diferente, aún cuando se les demuestre lo que deben hacer. Sin embargo, si se utilizan señales claras que describan explícitamente la posición de los brazos del nadador, la probabilidad de que el nadador ejecute exactamente la instrucción se incrementa sustancialmente.

Así como es para los entrenadores de natación, que cuentan con diversas metodologías de entrenamiento, también existen varias estrategias que representan herramientas robustas para los instructores. En la actualidad no tenemos una teoría unificada sobre lo que es más efectivo para la población de nadadores, sin embargo, soy de la opinión que hay estrategias que son más efectivas que otras. Las 3 estrategias que abarcaré en este artículo comprenden las que considero llenan este requisito.

3 estrategias de aprendizaje para mejorar el desempeño en la natación

La estrategia sensorial (señales visuales y quinestésicas)

La estimulación quinestésica es la estrategia que más defiendo, enfocando mis disertaciones sobre el tema en la acentuación de las sensaciones que el nadador debe perseguir en el agua, en especial con las extremidades superiores y la rotación de su tronco. Debido a que los humanos preferimos la información visual sobre la sensorial, las señales visuales son muchos más efectivas. Por ejemplo, una señal de naturaleza quinestésica puede que ayude al nadador a colocar correctamente su cabeza durante la posición de flecha, pero una señal visual para lograr el ajuste de la cabeza, utilizando un punto de referencia en el fondo de la piscina exactamente debajo de la cabeza, se convierte en información que el nadador puede procesar de manera precisa.

Las señales visuales son elementos muy efectivos para el control de los movimientos de los brazos dentro del campo visual del nadador. Ejemplos de esto incluyen las señales para la iniciación de la flexión del codo al principio de la fase de agarre en los estilos libre y mariposa. Sin embargo, durante la gran parte de los ciclos de brazadas, las partes del cuerpo se encuentran fuera del campo visual, por lo que, en estos casos, es necesario el uso de señales quinestésicas.

Adicionalmente, al aprovechar el uso de referencias visuales como información objetiva, existe otra razón por la que la transformación de estas señales debe convertirse en una labor efectiva: el nadador debe enfocarse por completo en las partes corporales perceptibles dentro de su campo visual. Cuando muchos nadadores son cuestionados sobre su nivel de concentración, aquellos atletas que no han sido entrenados en esta técnica de enfocarse en puntos de referencia tienden a responder con comentarios como “no veo nada”. Sin embargo, al ser un aspecto entrenable, es solo a través del ensayo continuo que este tipo de habilidades podrán desarrollarse y perfeccionarse.

La estrategia instruccional

Las señales, tanto visuales como quinestésicas, deben primero estar enfocadas a los movimientos corporales próximos al tronco del nadador, en lugar de tener un enfoque en aquellas más apartadas del centro de su cuerpo. Ajustes sobre la posición de la cabeza y mejoramiento de la postura del torso deben ser consideradas primero que aquellas que comprenderán cambios en las extremidades superiores e inferiores. De manera similar, cambios en los movimientos angulares a nivel de los hombros, deben preceder los ajustes que se encuentren necesarios realizar a la altura del codo y la muñeca.

Por ejemplo, muchos instructores les ordenan a sus pupilos a realizar grandes círculos con sus brazos, dirigiéndoles a elevar sus brazos directamente hacia el cielo. Aunque las intensiones de los instructores son buenas, las señales o instrucciones que describen los movimientos circulares de los brazos solamente explican el movimiento de la articulación del hombro. El hombro es el eje principal que determina el movimiento del brazo del nadador. Es necesario, entonces, trabajar en habilidades enfocadas en el hombro, previo a trabajar habilidades para mejorar la posición del codo y la muñeca.

Contrario a esto, hacer modificaciones a las acciones realizadas con la muñeca antes de cambiar los movimientos del hombro y el codo es una labor menos productiva, debido a que los cambios distales requieren ajustes después que se realicen los cambios proximales. Esto aplica también para cualquier cambio que sea necesario realizar en las extremidades inferiores. Por ejemplo, ajustes en la técnica de pateo deben primero enfocar la activación de los grupos musculares de la cadera, antes de trabajar cualquier corrección que haya que realizar con las rodillas o los tobillos.

La estrategia de ejercicios (drills)

Si llevas tiempo siguiendo mis artículos y publicaciones, te habrás dado cuenta de que enfatizo mucho el aislamiento de movimientos para su dominio y perfeccionamiento durante la ejecución del estilo. Además de llevar a cabo la práctica de estrategias para la ejecución correcta de cada uno de los estilos, los drills tienen la virtud de enfocar algunos componentes de cada especialidad. Estos son más efectivos cuando se aproximan a los movimientos reales de cada estilo, con la variante de aislar alguna habilidad o serie de habilidades. Lograr el aislamiento de una habilidad específica, reduce las distracciones y mejora la concentración.

Por ejemplo, la ejecución del drill de mariposa en el que se le pide al nadador nadar este estilo con un solo brazo, debe realizarse con la eliminación parcial de los movimientos de la respiración, el pateo y la ondulación. Al remover estas acciones, el nadador puede enfocarse en el control intencional de los movimientos del brazo, usando señales visuales durante la fase del agarre y señales quinestésicas durante la fase del empuje. Estos ejercicios pueden estimular algunos elementos del estilo que se está practicando. La ventaja que veo en este tipo de ensayos es que el nadador puede realizar cada movimiento con más control y el entrenador puede tener un poco más de visibilidad que le otorgue la oportunidad de realizar correcciones al instante.

Conclusión

La efectividad de la tecnología básica, como son las observaciones visuales y comunicación verbal, puede mejorar cuando se utiliza un lenguaje común durante la corrección técnica. Esto también puede suceder cuando utilizamos diferentes estrategias para acelerar el proceso de aprendizaje. No importan las estrategias utilizadas por al entrenador, al final la responsabilidad de concretar el cambio recae sobre cada nadador. El progreso de cada atleta depende de su respuesta a las instrucciones del entrenador. Sin embargo, aquellos nadadores que constantemente se enfocan en mejorar sin las instrucciones específicas de su entrenador serán los que más rápido lograrán mejoras en su desempeño.

Referencia

Rod Havriluk, Ph.D. Improving Performance in Swimming: Learning Strategies for Basic Technology. Para swimmingtechnology.com. [Revisado en Octubre 2019]